BROCHINA

Vientecillo sutil y fresco (En Fabla Aragonesa).
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sábado, 2 de junio de 2012

Temporada de ceremonias

   BBC ó bodas, bautizos y comuniones.

 

 

Estamos en plena temporada de ceremonias y no me he podido resistir a buscar fotos de otras épocas y ver un poco de historia.


Durante la Alta edad media el matrimonio legal se dividía en dos fases, los esponsales y la entrega de la esposa o boda.
El matrimonio tenía un efecto plenamente jurídico desde el contrato de esponsales, que era establecido firmemente entre el padre de la mujer y el marido, y se acordaba sin necesidad de obtener el consentimiento de la mujer o con esta en minoría de edad.
El novio pagaba una dote que consistía en la entrega de un patrimonio en tierras, castillos, siervos..., que en la España alto medieval se fijaba por escrito en un documento legal llamado «carta de arras».
Banquete MedievalLa boda culminaba el matrimonio alto medieval y en ella la mujer salía de la casa paterna para habitar en la del marido, una vez cumplida la edad legal para yacer con él, tras la celebración de una ceremonia solemne y un ritual festivo.
Existía, además del matrimonio legal, otra forma de desposarse cuando los novios pactaban casarse sin el consentimiento de las familias y sin alcanzar el acuerdo jurídico establecido por los esponsales: el matrimonio prometido (a escondidas de la autoridad paterna). Tenía efecto con el simple consentimiento mutuo ante un testigo, a ser posible clerigo.  En este caso el padre continuaba poseyendo la patria potestad legal de la hija.

Era habitual en los casos en que los contrayentes no habían conseguido obtener el consentimiento de la familia de la mujer, en cuyo caso los esposos se prometían matrimonio ante testigos, sin más necesidad que la palabra mutua de casarse. No había, en este caso, esponsales ni acuerdo jurídico alguno con la familia del padre de la novia, que no perdía la patria potestad, ni ceremonia alguna. Por ello recibió el nombre de «matrimonio a juras» (prometido) o «matrimonio a furto» (a escondidas). Tampoco el marido, por tanto, entregaba dote alguna, aunque sí la donación de la mañana. El símbolo de la promesa, con el tiempo, lo constituyó el anillo de desposados. Este fue el acto que, posteriormente, la iglesia católica adoptó como elemento definitorio de la unión matrimonial sacramental, en perjuicio del acuerdo de esponsales, que era el elemento válido a todos los efectos en el matrimonio alto medieval legal.
Para leer más

 La dote
 Hubo un tiempo en el que el amor no era el cimiento último de las parejas. De hecho la revolución sentimental solo empezó a notarse a partir de finales del siglo XVIII. Antes, las nuevas uniones se realizaban con la idea de fundir patrimonios y antes incluso tenían en vistas meras conveniencias eugenésicas de mejora de la especie. Se miraba, como compañera ideal, no la amante amantísima, sino aquella otra que podía alumbrar hijos fuertes. Y ellas, difícilmente aceptaban a un novio débil y achacoso que no pudiera fecundarla convenientemente.
A primeros de 1900
 La dote se define como lo que la mujer da al marido por razón de casamiento, una suerte de donación hecha con entendimiento. El objetivo fundamental era que la mujer colaborase en el “sostenimiento de las cargas del matrimonio”. La dote podía incluir, además de propiedades, la cesión de créditos, derechos reales, tierras y bienes diversos. El valor de la dote solía sacarse de los bienes gananciales de los padres. Su posesión significaba la entrada al mercado matrimonial, la posibilidad de cierta influencia, siempre determinada por las estrategias matrimoniales de la familia, y también la posibilidad de contar con un medio de subsistencia en caso de viudez. Carecer de dote significaba no poder acceder a un matrimonio respetable o conveniente, un componente elemental en la integración de una familia

Información extraída del taller de costura de Puente Viejo




La primera comunión
No se empezó a celebrar hasta el Siglo XVII, sus vestidos eran oscuros y nada lujosos, hasta el Siglo XIX no se vistieron a las niñas de blanco.



Museo Virtual - ID: 6307
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